Oráculos – Espejos de Consciencia
- Alberto Calvet M.
- 6 dic 2015
- 5 Min. de lectura
Símbolos, arquetipos y el recorrido del alma…
“Basta con tener acceso a orbitales más amplios de nuestra mente para contar con la información que nos hace falta. Los símbolos y los arquetipos son los vehículos que nos abren el acceso a esta información de una manera reveladora y poderosa. Auto-conocimiento y expansión a través del espejo de nuestra consciencia.”
> Del libro El Despertar de Alberto Calvet M.
El trabajo con oráculos nos abre al mundo del inconsciente. Nuestra psique -a lo largo de nuestro camino de vida- atraviesa por una inmensa variedad de escenarios que se ven reflejados en el mundo con las situaciones que se nos presentan, así como en la dinámica de nuestras relaciones. Estas realidades son un gran espejo -si realmente sabemos mirarlo– que nos permite descubrir las causas y los efectos en los que nos vemos envueltos de manera recurrente.
El sólo hecho de “darnos cuenta” provoca un estado de alerta en el que se encuentran nuestras oportunidades para desplegarnos en la vida con un mayor sentido de arraigo y de propósito.
¿Qué es un oráculo?
Los oráculos son espacios en los que el ser humano entra en contacto con el núcleo de su consciencia para ser guiado y aconsejado con su sabiduría simbólica. Antiguamente, eran lugares destinados a la salud holística y al conocimiento de la realidad. La palabra “oráculo” proviene del latín orare: “hablar con precisión” o “expresar de manera breve”. La consciencia, más allá del límite de nuestra personalidad y de sus máscaras sociales, se expresa a través de símbolos. Estos símbolos o arquetipos (del griego arje: “origen”; typo: “modelo”) son imágenes prototípicas cuyo lenguaje universal e intuitivo nos representa.
Su manejo terapéutico nos permite consultar aspectos de nosotros mismos que no hemos tomado en cuenta o que son puntos ciegos para la consciencia cuando se encuentra restringida a los límites y a los condicionamientos de la personalidad.
¿Cuáles son los alcances y los beneficios que se obtienen de una sesión como estas?
Nuestra vida, como la consciencia, es un camino propio en el que somos responsables.
En la vida valoramos si avanzamos, si nos detenemos, si giramos o si retrocedemos y tomamos decisiones.
A lo largo de este camino adquirimos creencias familiares, sociales y culturales. A partir de ello construimos una imagen (o un símbolo, un significado) del mundo. Conforme adquirimos experiencia, interpretamos y re-interpretamos esta realidad. De ahí surgen nuestras creencias y nuestras opiniones, nuestra forma de explicar lo que sucede y la postura que tomamos ante ello. La madurez nos enseña que todo eso es relativo y que es una sombra. Las puertas o los obstáculos están en nosotros.
En la caravana de la vida nos vinculamos con mucha gente. Ellos son el espejo de nuestras creencias y de nuestras interpretaciones. Hay que reconocernos en los demás, pues nosotros también somos su espejo. Mutuamente reflejamos nuestras propias sombras. La gente y las situaciones son nuestro espejo.
En medio de todo ello nos preguntamos qué hacer. Si dejamos momentáneamente el hardware o la superficie (la máscara) de nuestra persona podemos extender nuestra mirada hacia el software y sus programas para transformarnos conforme quitamos los controles automáticos que nos condicionan para encender nuestra intencionalidad-voluntad-consciencia con un renovado sentido de presencia en el mundo.
Para saber más…
En palabras de Alberto:
Los arquetipos son imágenes del inconsciente (como algunas de las que aparecen por los sueños mientras dormimos) que nos hablan de los aspectos más profundos y primarios de nosotros mismos. Su lenguaje simbólico es directo y sumamente revelador.
La sabiduría que surge a través de los arquetipos proviene de tres fuentes primordiales. La primera es nuestro inconsciente individual en el que tenemos aspectos personales que necesitamos recuperar o sanar, o etapas de la vida en las que nos encontramos en un momento determinado y en las que tenemos que hacer algo en particular. La segunda fuente es el inconsciente colectivo, que abarca temas en los que la consciencia familiar, cultural o social juega un papel preponderante.
La tercera fuente es la supra-consciencia, ese gran contenedor de potencial universal en la que se encuentran los atributos incondicionales muchas veces mostrados por hombres y mujeres de genio inusitado o de espiritualidad profunda -todo ellos, auténticos visionarios y pioneros de la consciencia humana.
“La Vía Sufí, tan amplia como es, en todo momento nos ha puesto en contacto con estas realidades y con sus sincronías cotidianas por medio de la concentración, de la contemplación y de la meditación. El gran libro de la naturaleza con todo el esplendor de su sabiduría es un símbolo del Humano Universal. ¡Somos mucho más de lo que creemos ser y estamos aquí para descubrirlo -para descubrirnos!
Los arquetipos en el tarot, los símbolos de los oráculos y todo el bagaje de imágenes holográficas que permea nuestra consciencia son un espejo que hay que atravesar, con lo que podremos palpar por nosotros mismos a la dualidad de nuestra sombra y sus reflejos: las dos caras de un mismo espejo. La “sabiduría del corazón” es la visión de nuestra consciencia y con ella la dualidad se desnuda para darnos a luz en medio de una metamorfosis poderosa.
Los estudios psicológicos del Dr. Carl G. Jung han contribuido de manera única para este propósito, junto con las investigaciones transpersonales del Dr. Roberto Assagioli. Jung abrió la puerta de Occidente al mundo simbólico de nuestro inconsciente y Assagioli la extendió hacia la inmensa amplitud de la supra-consciencia. En este sentido, la Alquimia y las tradiciones orientales ya tenían un largo camino recorrido.
Las prácticas dentro de la Sabiduría del Corazón y los estudios que he realizado me han permitido experimentar, conocer y aplicar estos recursos y sus atributos para guiar y para acompañar a la gente en su propio camino de crecimiento y de transformación. También me he ocupado de expandir nuestra consciencia de tal forma en la que cuerpo, emoción, mente y alma se fusionen. Como dicen los sufís: “No hay nadie establecido aquí. Atravesemos los espejismos del sueño. Desnudémonos de lo que creemos ser para despertar a lo esencial, a lo auténtico…”
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Comentario sobre las ilustraciones que acompañan estas líneas: Son una obra del artista plástico estadounidense, Andrew González (a las que puede tenerse acceso por medio de su galería visionaria y esotérica). Su obra nos recuerda al profundo sueño del alma en el oscuro y sombrío vientre de la inconsciencia desde el cual proyecta las imágenes ilusorias de su sueño en el que se encuentra perdida. Agobiada y cansada, el Alma Universal se detiene para respirar profundo en medio de su sueño y es a través del canal de su respiración como es fecundada por la Luz del Espíritu, este Aliento Sagrado que ruge para despertarnos de la ilusión. Así, como un gusano de seda que sale de su capullo en forma de crisálida, el Alma es rescatada de su propio exilio soñado por medio de la Sabiduría en la que resucita y del Amor que la despierta.
Ilustracion

: Andrew Gonzalez, artista plástico estadounidense
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