Laberinto de Chartres
- Nanch Carranza
- 26 nov 2015
- 1 Min. de lectura

Mandala cosmológico y calendario de base lunar, tiene su fundamento en la geometría sagrada, su recorrido otorga serenidad y equilibrio a las emociones y la mente. El círculo es universalmente reconocido como símbolo de totalidad y unidad; la espiral, de transformación y crecimiento. El Laberinto de Chartres es un circuito de once vueltas y de una sola vía que conduce siempre hacia el centro, sin caminos falsos ni riesgo de perderse, y retorna hacia la salida. El camino hacia adentro facilita la limpieza y aquietamiento de la mente; el espacio central es un lugar de meditación y contemplación para permanecer receptivos a las bendiciones del silencio; el camino hacia afuera, conduce a la integración de la creatividad y el poder amoroso del alma en el mundo. Si se recorre con la mente y el corazón abiertos, el mandala se convierte en un espejo que responde a las preguntas acerca de quiénes somos y dónde estamos en nuestra vida. Al compartir la peregrinación con otros exploradores de la conciencia, nuestra existencia individual se ilumina con el sabor de lo universal y eterno.
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